Pedagogía

La infografía pensada como tecnología educativa significativa

Por Renata Malpassi
Lic. En Diseño Gráfico (UBP)
Docente universitaria y diseñadora de materiales educativos en UBP

Jueves, 27 de abril de 2023

Una querida amiga y colega llamada Carolina Cena, me dejó un día, de regalo, este concepto: “la sociedad aumentada”. Y un nombre, Dolors Reig. Desde ese hito es que trato de rediseñar, de forma continua, maneras de aprender y enseñar como tutora a distancia en las carreras de Comunicación de la Universidad Blas Pascal.

Las “viejas TIC” han sido la piedra fundacional para el abordaje y aprendizaje de herramientas tecnológicas que servían como medios de comunicación efectiva, como formas de conocer un nuevo tema o como alternativas atractivas para mantener la atención de un grupo de usuarios. Las califico como “viejas” porque luego de explorar la revolución de la “Socionomía” que propone Dolors Reig en su libro, me he dedicado a convertir las TIC en TAC o TEP. Suena lindo ¿cierto? TIC, TAC, TEP…

En este sentido, es hora de dar el siguiente paso y repensar nuestros instrumentos de enseñanza para “educar en la sociedad aumentada”. Para que una TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) se convierta en TAC (Tecnologías del Aprendizaje y del Conocimiento) es fundamental dejar de pensar en la tecnología como un mero instrumento o como modo de acceso a determinada información, y explorar las nuevas posibilidades que ofrecen para la educación, en la que nuestros alumnos ya no sólo acceden pasivamente a los contenidos que proponemos, sino que además, seleccionan sus propias fuentes, analizan, reflexionan y deconstruyen lo dado para generar nuevos conocimientos partiendo de sus propias experiencias y entornos.

En este marco de evolución de paradigmas, me encuentro como docente tratando de revalorizar el papel puntual de las infografías como tecnología de aprendizaje, ya que, como diseñadora gráfica, mi mejor estrategia pedagógica es compartir mi conocimiento con recursos visuales. Entonces me pregunto ¿qué plus debe tener la información que necesito que mis alumnos incorporen como propia, la enriquezcan con sus aportes y la compartan en su entorno personal?

Antes de continuar con mi reflexión, necesito contarles que una infografía es un instrumento de enseñanza que presenta un contenido teórico textual de forma visual, incorporando elementos gráficos como fotografías, símbolos, íconos, esquemas o ilustraciones. Presenta de forma amigable y atractiva un tema para ser comprendido con mayor facilidad y en menor tiempo. Hay algunas infografías que van un poco más allá e interpelan a los otros sentidos, como el auditivo y el tacto, invitando a la interacción. Hasta aquí hemos definido una infografía desde su concepción como TIC, veamos un ejemplo:

Fuente: “What is the relationship between child nutrition andschool outcomes?”, diseñada por Annik Sorhaindo y Leon Feinstein, para Pictoline en Twitter.

Este ejemplo explica la importancia de una correcta nutrición en el proceso de aprendizaje escolar, presenta el tema con ilustraciones sintéticas, colores saturados, diferenciando sectores visualmente de subtemas, apelando al humor, comunicando informalmente. Sin dudas que tiene mayor pregnancia en un alumno presentar un contenido nuevo de esta manera. Pero hasta el momento, lo que hacemos es sencillamente presentar en bandeja una información. ¿Pero cómo hacemos para marcar esta disrupción y acercarnos a las TAC? En ese lío estoy…

Podemos agregar recursos cinéticos para aumentar el nivel de atracción, en un intento por hacer más accesible un contenido mediante el sonido, los subtítulos, el movimiento, como lo muestra este ejemplo en el que se anima una línea de tiempo sobre la progresión de la serie “Breaking Bad”.

Claramente, explicar de forma textual y en prosa las distintas historias, personajes, entornos, hipótesis que confluyen en esta serie, implica un esfuerzo extenuante para cualquier usuario que trate de apropiarse de esta información. Los recursos audiovisuales, el estilo gráfico seleccionado, la voz en off, son componentes que suman en la buena experiencia de aprendizaje y, sin dudas, marcan una diferencia. De a poco, nos vamos acercando a las TAC, pero nos falta incorporar el entorno personal de aprendizaje, ayudar a nuestros alumnos a aprovechar este instrumento que les estamos presentando, que lo usen, que lo enriquezcan y lo compartan.

¿Y si sumamos interactividad? Sí, es posible trabajar en una infografía interactiva que nos permita compartir muchos datos complejos, duros, estadísticos, condensados en un solo gráfico que puede manipularse para que nos muestre información adicional. Un ejemplo de ello puede ser el que presenta The Guardian, detallando estado por estado, a qué derechos pueden acceder los homosexuales en Estados Unidos. Es otro tipo de recurso visual, es interactivo, pero su navegación es dirigida, el guion está preestablecido, si bien podemos elegir qué estado indagar, a qué enlaces acceder, hasta dónde leer, nos seguimos quedando cortos en nuestra aspiración a convertirnos en creadores de tecnologías del aprendizaje y el conocimiento, para generar instancias de aprendizaje significativas.

Podríamos seguir visualizando referencias infográficas por montones, pero mi intención es encender esta chispa en los lectores, interpelarlos en sus metodologías, hacerlos sentir incómodos para que comiencen a realizarse las mismas preguntas que me hago en esta búsqueda, quiero ser esa “Caro” que los deja pensando. Entonces, recapitulemos. Para que un recurso TIC se convierta en TAC, necesita:

  • Dejar de presentar pasivamente información.
  • No ser sólo visualmente atractivo, debe tener un fundamento, contar correctamente una historia, una arquitectura consciente, un guion.
  • Proponer la reflexión, el análisis, presentar interrogantes.
  • Sumar el componente colaborativo que invite a los alumnos a reordenar la información, a presentarla a su manera, que se conviertan en generadores de conocimiento, propiciando la construcción de una inteligencia colectiva.
  • Permitir su viralidad, que sea sencillo de compartir por diversos medios.

Se me ocurre entonces una posible plataforma online en la que podemos crear una infografía que persiga las características enumeradas anteriormente: Genially. Allí encontrarán plantillas base que podrán editar para construir desde cero su infografía basada en las TAC. Piensen en un contenido nuevo a trabajar con sus alumnos, sumen animaciones que permitan la aparición en diferentes tiempos de los subtemas, jerarquizando la información y presentándola de manera progresiva. Agreguen enlaces internos y externos de navegación que permitan acceder a información complementaria. Agreguen la posibilidad de que los usuarios puedan interactuar con la infografía moviendo bloques de contenido, arrastrando recursos como fotografías o íconos para armar una nueva forma de mostrar el tema. Incorporen audios con subtítulos para incentivar desde otro sentido. Esta herramienta TAC permite realizar todas estas operaciones propuestas y nos facilita compartir ese contenido final de forma muy sencilla para que se expanda y pueda seguir enriqueciéndose con otras interacciones, de otros entornos personales.

¿Se animan?

Referencias bibliográficas

Hernández, Dolors Reig (2012): Socionomía ¿Vas a perderte la revolución social? Ed. Deusto, España.

Renata Malpassi

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