Pedagogía

Podcasts educativos: el mágico mundo de los sonidos

Por Cecilia Pacce Rosato
Esp. en Educación y Tecnologías (FLACSO).
Dipl. en Gestión Educativa (FLACSO) y Neuro aprendizaje (UB).
Lic. en Comunicación Institucional (UNC).
Docente Universitaria y Formadora de Formadores.

Jueves, 3 de noviembre de 2022

Diseñar una clase atrapante se ha convertido en un reto diario. Docentes de todos los niveles educativos nos preguntamos qué hacer, cómo hacerlo, cuál es el mejor recurso, o qué metodología puede ser la que nos ayude a promover aprendizajes significativos en nuestros estudiantes en un momento histórico singular: el de la era digital.

Sabemos que en educación no hay recetas. Pero me animo a compartirles un recurso didáctico que es una tendencia cultural. Este recurso tiene algunas características que acompañan los hábitos de consumo de jóvenes y adultos: podemos elegir cuándo utilizarlo y cómo. Es móvil, ubicuo, atemporal, y uno de sus componentes más atractivos es que posee música. Estamos hablando del podcast.

El podcast es un objeto cultural vagamente identificado (Carrión, J. 2020) cuya principal característica es que puede volverse viral. Y si decimos que es viral podemos afirmar que se expande, se comparte, y rompe los límites físico-espaciales tradicionales del aula. ¿Qué potencia podemos encontrar en ello si lo pensamos desde el campo educativo? ¿Qué intencionalidades pedagógico-didácticas podemos encontrar en lo viral?

El podcast y su consumo on demand, típico de tantas plataformas de las cuales somos parte (Netflix, por ejemplo) nos ayudan a imaginar otros modos de habitar “la clase”. Otros espacios y otros tiempos y, por lo tanto, otras narrativas. La propuesta, tal como afirma Miriam Kap (2020) consiste en comprender a la enseñanza como un acto de creación en planos que se yuxtaponen, se cruzan y se recrean en (y a través de) las mediaciones tecnológicas.

El lenguaje sonoro compuesto por la palabra (la voz humana), la música, los efectos de sonido y el silencio nos permite construir imágenes mentales. Y es precisamente allí donde encontramos, como educadores, su mayor potencial. Composición artística de mensajes con sentido. ¿Podremos docentes-tutores- mentores producir conocimiento desde las nuevas lógicas de producción y consumo cultural?

Ítalo Calvino en 1985 ya anunciaba una de las claves narrativas de este milenio: la concisión. Formatos narrativos breves como marca de época. Pensemos en cuánto dura una historia en Instagram, en la extensión de un twit o incluso en nuestra capacidad de atención y escucha de un audio de WhatsApp. Quince segundos, 4 líneas, 2 minutos. ¿Sería interesante pedirles a nuestros estudiantes que puedan dar cuenta de una concepto, idea o teoría en una capsula sonora de 5 minutos? ¿Qué competencias se podrían en juego? ¿Capacidad de síntesis, habilidades de comunicación oral, escucha activa, estrategias discursivas orales, jerarquización y uso de fuentes?

De los cuatro componentes del lenguaje sonoro, la gran protagonista es la voz humana y, por ende, la palabra. Hasta aquí, no encontramos grandes diferencias entre el uso del lenguaje en clases, docentes y estudiantes dialogando, debatiendo e interactuando. Ahora bien, imaginemos otras posibilidades. ¿Para qué utilizar el podcast como recurso didáctico? Para diseñar la clase más allá de la institución, del edificio, del plano físico, del horario fijado para el desarrollo de la clase, de los límites de espacio y del tiempo. Algunas pistas: si pensamos el podcast en el marco de un proyecto educativo y desde metodologías pedagógicas activas y ágiles podríamos utilizarlo como producto final de un proceso de indagación integrando metodologías tales como el Aprendizaje Basado en Proyectos. O bien, como material educativo que anticipa contenidos conceptuales antes del encuentro con nuestros estudiantes, tal como propone el aula invertida.

Me gusta definir el podcast como una cápsula de contenido sonoro. Un relato, una historia, y hasta a veces un puente entre quien habla y quien escucha. La potencia de hablarle al oído a alguien, captar su atención en un ecosistema donde sobreabunda la información, puede ser una gran oportunidad de construcción y difusión de conocimiento. Pero si además pensamos en el valor simbólico y emocional de la música como lenguaje universal abrimos un canal de oportunidades infinito para habilitar otros modos de escucha, de pensamiento, de imaginación y de conexión con el momento de aprender. ¿Memoria auditiva? ¿Conexión emocional para anclar ideas? Es interesante pensar en un tipo de aprendizaje multisensorial. Podemos aprender con la mente, el pensamiento, pero también con el cuerpo y las emociones. ¿Y si pensamos en nuestro destinatario como un ser único a quien podemos “atravesar”? Conocimiento que logremos pasar por el cuerpo, la mente y el corazón.

Podcasteros

En este apartado pensemos en los docentes como productores de contenido, en estudiantes formando equipos de producción especializados en temáticas específicas y en múltiples voces en un formato tecnopedagógico on demand.

¿Cómo lo hacemos? A continuación, propongo algunas ideas:

  • Definí un propósito. Vamos a grabar un podcast para…presentar de manera atractiva una consigna o reflexión, sintetizar un proceso de investigación, recorrer desde nuevas narrativas posturas teóricas fundamentales, difundir conocimiento, conectar con especialistas a través de entrevistas orales… y, como estas, hay un sin fin de posibilidades más.
  • Delimitá el destinatario. ¿Será solo para tus estudiantes o podemos proyectar el podcast para viralizar a través de plataformas de streaming?  ¿Podría ser el podcast el nuevo newsletter institucional? Tener en claro quién es nuestro oyente ideal te ayudará tomar decisiones de estilo y de contenido.
  • Seleccioná un tema central. Recordá que hablamos de formatos breves. Investigá, seleccioná y jerarquizá ideas. Las frases cortas siempre son más efectivas si tenemos en cuenta que quien escucha no tiene ningún otro tipo de apoyatura visual para entendernos. El oído necesita de estímulos permanentes para desconectar si atención.
  • Guioná. Es necesario guionar el producto sonoro para definir y controlar tiempos, organizar segmentos, jerarquizar ideas, y lo más importante, vincular la palabra con la música o los efectos como una nueva manera de comunicar.
  • Hacelo en equipo. Un podcast posee varios episodios. ¿Qué tal si co-creamos con colegas y diseñamos un proyecto que articule varios espacios curriculares? Pensá también en la posibilidad de hacerlo junto a tus estudiantes.
  • Grabate para autocorregirte. El podcast es sonido. La voz humana es nuestro instrumento para comunicar ideas, pero fundamentalmente emociones. Aquí encontramos otra gran potencia. El proceso de escucha de alguna manera conecta con una comunicación uno a uno. Tengo la sensación de que me hablan a mí. Cómo hablo, qué tono uso, cómo es la intensidad, y la velocidad, también son aspectos claves para generar empatía.
  • Anímate. Existen apps o programas fáciles de usar y muy intuitivos que no requieren de grandes inversiones técnicas. Al contrario, aunque no lo creas podemos resolverlo con el celular. Lo más importante es evitar ruidos de fondo, controlar que el volumen de la música no tape a la voz, cuidar que la voz siempre se escuche en primer plano, y pedir ayuda si es necesario también es una opción.

En definitiva, te invitamos a innovar y recrear tus prácticas de la enseñanza como espacios de mutación y experimentación. A veces con más certezas, otras con más inseguridades. Pero siempre en la búsqueda, aprendiendo durante la propia práctica y en comunidad. Porque las respuestas no están dadas y porque tenemos todas las oportunidades de crearlas.

Referencias bibliográficas
  • Calvino, I. en Scolari, C. Cultura Snack. Edit. La Marca. Buenos Aires. Argentina.
  • Carrión, J. (2020) Lo viral. Edit. Galaxia Gutenberg. Barcelona. España.
  • Kap, Miriam (2020). Una didáctica transmedia. Revista Argentina de Comunicación. Pág. 82-109.

Cecilia Pacce Rosato

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