Pedagogía

Nuevos escenarios. Nuevos Desafíos

Por Lic. Esp. Cruz AlvarezLic. DBA. Mónica Liliana Nano

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Durante el año 2020 hemos vivenciado una transformación forzada de la metodología de enseñanza. Se cambió la presencialidad por la mediación con plataformas de comunicación variadas, se cambió la tiza o fibrón por el mouse y el aula por el living de nuestros hogares.

Empezamos a vivir en una sociedad donde los niños dejaron de estar visibles y pasaron, diciéndolo mal y pronto, a la órbita privada de los padres.

Las salas y las aulas se encontraron vacías, no hubo concurrencia de estudiantes y a la fuerza se ha intentó trasladar los diferentes procesos educativos a la educación a distancia con el apoyo inevitable de las familias.

Fueron varios meses de cuarentena donde los tiempos de la vida diaria se tuvieron que modificar radicalmente.

En este contexto, esos otros actores aparecieron en el momento clase, la familia se vio más involucrada y con ello también los saberes que como tal podían aportar. Los estudiantes, sujetos de aprendizaje, debieron adquirir nuevas habilidades, nuevas rutinas y acomodarlas a las que ya poseían. Entre ellas podemos mencionar, el control de que las baterías de sus dispositivos estuvieran cargadas, que la señal de internet fuera la suficiente para poder reunirse con sus docentes, que la impresora contara con tinta o tóner y así podemos seguir enumerando.

Los docentes debimos tomar decisiones en base a múltiples factores: priorizar contenidos y recursos con los cuales trabajar de tal manera que estuvieran al alcance de todos los involucrados en el proceso de enseñanza. Las redes sociales pasaron a ser parte de nuestro material didáctico.

Si pensamos desde la gestión de las escuelas, en estos tiempos que vivimos, hemos tenido que reinventar la institución educativa, teniendo en cuenta distintos aspectos a considerar y los mencionados anteriormente. Sabemos que los centros educativos no necesitan el consentimiento de los titulares de los datos para su tratamiento, ya que siempre está justificado en el ejercicio de la función educativa y en la relación ocasionada con la matriculación de los alumnos. No obstante, es imprescindible informar de forma directa y utilizando un lenguaje claro y sencillo el tratamiento de la información y la inclusión de los estudiantes en distintas plataformas educativas donde las familias también deben incluirse para estar al tanto de lo acontecido en el proceso educativo.

Este escenario dio paso a lo que hoy comenzamos a vivir, esta “educación híbrida” donde lo presencial y lo no presencial conviven, donde las habilidades digitales ya no son un plus que algunos adquieren voluntariamente por interés personal o para mejorar el currículum, sino que son una necesidad. Esta nueva realidad transforma el escenario al cual estábamos acostumbrados, integrando a nuestras vidas la digitalización de la educación, de la comercialización, hasta de la atención de la salud. La llegada del Covid-19 potenció el trabajo y ha hecho que la educación a distancia sea la protagonista.

Lo antedicho nos lleva a una pregunta ¿Estamos listos como sociedad para dar el gran paso? ¿La educación híbrida llegó para quedarse?

Algo de lo que hemos aprendido con la aparición del Covid-19 es que nada puede asegurarse, pero sí que debemos ser flexibles a la hora de hablar de educación. Ahora debemos comenzar a ver al hecho educativo como algo vivo que evoluciona, que debe adaptarse y cambiar al ritmo de lo que sucede en el mundo. Esto hace que todos los que en forma directa o indirecta estemos relacionados cambiemos y nos adaptemos, para favorecer al sistema.

Por otra parte, las grandes organizaciones dedicadas al desarrollo de software han perfeccionado plataformas colaborativas, sistemas de simulación, herramientas de evaluación, entre otras cosas, logrando así que los estudiantes de todos los niveles tuvieran experiencias que de otra forma no podrían lograrse.

La realidad aumentada, la inteligencia artificial, los softwares de simulación ponen de manifiesto que lo digital puede llegar donde lo real no llega, generando aprendizajes únicos y experiencias que de otro modo serían imposibles de realizar.

Ahora bien, esta experiencia implica docentes capacitados y conectados, estudiantes conectados, aulas preparadas con cámaras, micrófonos y pizarras digitales e inteligentes. De esa manera lograr una experiencia 360 donde los estudiantes que están en clase como los que están conectados desde sus hogares puedan acceder y participar sobre todo lo que pase en el aula guiados por el profesor, permitiendo la interacción necesaria entre docente y alumno, entre alumno y sus pares.

Bien sabemos que la docencia a distancia es posible, la diferencia radica en las formas de explicar y el cómo compartir con los estudiantes un contenido en particular.

Pero pongamos sobre la mesa las edades de los más pequeños, aquellos donde el juego y la interacción con los otros es uno de los ejes centrales para lograr la adquisición de conocimientos.  No perdamos de vista las otras edades donde se está observando un creciente nivel de estrés por la cantidad de información y actividad que les envían sus docentes.

La interacción es sin duda lo que más extrañaron los estudiantes en el tiempo de pandemia. Sus amigos, la dinámica propia de la escuela, el contacto con ese otro significativo para sus vidas que no se puede trasladar a través de una videollamada. Tanto niños como adolescentes son criaturas sociables y necesitan tener sus tiempos y espacios lejos de nosotros. Sienten, viven y transitan el aislamiento, aburrimiento y la frustración. Y, en realidad, aunque las actividades en línea que podamos brindarles sean las más ingeniosas, es importante sostenerlos en esta nueva manera de educarse.

Uno de los aspectos más importantes es la retroalimentación que los docentes debemos tener con la escuela y las familias. Nuestras actividades además de ingeniosas deben centrarse y aunar esfuerzo en la calidad, donde prioricemos que casi no requirieron dispositivos y que se expliquen fácilmente.  No perderse en mundos en línea separados, ellos en las redes, los juegos en línea y nosotros en Facebook, Instagram, WhatsApp y demás.

Debemos encontrar formas distintas de interactuar con ellos en pantallas, como mensajes, juegos sociales, películas familiares, pero también lejos de las pantallas.

Nos surge entonces el siguiente interrogante ¿Padres vs. profesores?

Muchas familias afirman que el modelo virtual implementado de urgencia fue muy complicado, sea el nivel educativo que sea. Esta urgencia ha traído aparejado un doble trabajo por parte de todos, estudiantes, padres, profesores y directivos. Los docentes trabajan muchas más horas pensando y generando posibles actividades y propuestas significativas; y las familias sienten que están bajo un ataque de información masivo por parte de la escuela, entonces tanto para un lado como para el otro puede resultar una tarea muy difícil de asimilar. Tengamos presente que si hablamos de dos o más niños esto se vuelve un campo minado de trabajo, búsqueda de respuestas y soluciones, recursos tecnológicos y de conectividad que son inevitables al momento de realizar las tareas. Entonces como docentes debemos erradicar ese pensamiento que los estamos asediando con información, mostrando que vamos por partes, centrando nuestra mirada en objetivos reales, trabajando de una manera colaborativa y flexible que permita para ir dando cuenta de lo que se realiza en el hogar.

Para cerrar podemos decir que el nuevo modelo académico incorporó en este tiempo el bloque digital constituido por contenidos como webinars con referentes de cada disciplina, cursos, entrevistas, contenidos transversales sobre inteligencia artificial o Big Data, metodologías Agile y Lean, entre otras cosas, que personalizan el aprendizaje completando la formación con una macro visión del mundo y de las disciplinas que estudia. Las instituciones, los docentes, las familias y los estudiantes debimos apropiarnos de esos bloques, incorporarlos a nuestras actividades y así enriquecer el acto educativo.

 

Bibliografía

“Una Educación Híbrida Que Revoluciona Las Oportunidades de Aprendizaje.” Cadena SER, 6 Aug. 2020, cadenaser.com/ser/2020/08/06/sociedad/1596703627_919389.html.

“Nueva Normalidad Educativa: ¿Qué Es La Enseñanza Bimodal?” BrainsPro, 21 July 2020, brainspro.com/blog/nueva-normalidad-ensenanza-bimodal/.

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Rugeles, P., Mora, G., y Metaute, P. (2015). El rol del estudiante en los ambientes educativos mediados por las TIC. Revista Lasallista de Investigación, 12(2), 132-138.

Mendoza Castillo,Lucía. Lo que la pandemia nos enseñó sobre la educación a distancia.  Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (México), vol. L, núm. Esp.-, pp. 343-352, 2020. Universidad Iberoamericana, Ciudad de México

Cruz Alvarez

Monica Liliana Nano

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