Pedagogía

Jornadas de Puertas Abiertas en la UBP: una invitación a recorrer materiales didácticos de ayer y de hoy

Por Lucrecia Romero y Marina Tulián
Asesoras comunicacionales en la Dirección de Pedagogía (UBP)

Jueves, 18 de julio de 2024

¿Recordamos la manera en la que estudiábamos cuando íbamos a la escuela?, ¿qué cambió desde entonces?, ¿desde qué soportes accedíamos al conocimiento? ¿En qué materiales o medios presentábamos nuestras producciones?

Estas fueron algunas de las preguntas disparadoras que planteamos, desde la Dirección de Pedagogía, en el taller docente enmarcado en las Jornadas de Puertas Abiertas 2024 que realizó recientemente la Universidad Blas Pascal (UBP).

Antes de continuar, recordemos qué sucede en cada una de estas jornadas: el campus de la UBP se llena del color y las risas de cientos de estudiantes de escuelas secundarias que están en pleno proceso de definir su futuro como estudiantes universitarios. Ellos son los protagonistas de diversas actividades cuidadosamente planificadas, entre las que se destacan las charlas sobre las distintas carreras que ofrece la UBP.

Estos jóvenes no vienen solos, sino que son acompañados por docentes, directivos/as y preceptores/as de cada colegio, muy conscientes de la importancia de estos eventos para el momento que están atravesando sus estudiantes.

Y es para esos profesores, tan comprometidos con su tarea, que desde la Dirección de Pedagogía pensamos cada año una propuesta bajo la modalidad de taller, con la finalidad de que juntos podamos compartir un momento de intercambio entre colegas en torno a una temática educativa actual.

Bajo esa premisa, la temática de este año surgió como: “Memoria educativa, recuperando el proceso de enseñanza-aprendizaje de todos los tiempos, materiales didácticos de ayer y de hoy”. Y es que nos bastó con vincular las actividades que viene desarrollando la UBP en torno a la irrupción de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) en el ámbito educativo –entre otros-, con las inquietudes que esto genera y nuestras propias trayectorias como estudiantes, cuando accedíamos al conocimiento mediante soportes muy diferentes… Volvamos entonces a las preguntas:

¿Recordamos la manera en la que estudiábamos cuando íbamos a la escuela?, ¿qué cambió desde entonces?, ¿desde qué soportes accedíamos al conocimiento? ¿En qué materiales o medios presentábamos nuestras producciones?

Café de por medio, en el cálido y renovado espacio que ofrece la Biblioteca, los docentes participantes se agruparon para debatir sobre estas cuestiones. La propuesta también incluyó, en cada encuentro, un pequeño “museo” con objetos que representan distintas formas de aprender a lo largo de los años: desde fascículos de enciclopedias y disquetes hasta un antiguo grabador, pasando por diarios, revistas científicas, libros clásicos y diccionarios, entre otros. ¿Nuestro propósito? Apelar a este recuerdo y a ver de qué manera articulamos aquello, más bien analógico, con lo puramente digitalizado.

En cuestión de minutos, las charlas comenzaron a dar cuenta del“viaje en el tiempo” que todos estaban realizando: una docente recordó sus clases de caligrafía, otros profesores describieron el uso de las primeras computadoras en la enseñanza y no faltaron las cargadas con humor a quienes no reconocían algunos objetos (por su juventud) o, por el contrario, para los profesores que mencionaban algún material muy antiguo. Ya hacia el final, cada grupo representó sus conclusiones en esquemas o dibujos, para luego socializarlas con los demás colegas.

En cada encuentro el tiempo pasó volando. No faltó el intercambio de consejos ni el relato de anécdotas sobre cuestiones que hoy emergen en las aulas y que, muchas veces, sorprenden a docentes muy experimentados.

Retomamos las preguntas. Y, sin querer, surgieron otras nuevas, entre ellas: ¿Cómo enseñar a estas nuevas generaciones? ¿Qué enseñarles? ¿Vale la pena prohibir en la escuela el uso de recursos tecnológicos como el celular? ¿Cómo reconocer si los estudiantes aprenden sabiendo que resuelven las actividades con IAG?

Algunas reflexiones para concluir

A través de los distintos encuentros, y pese a que variaban los grupos de docentes, hubo consenso sobre varias ideas que quisiéramos destacar:

  • En cada debate se planteó la necesidad de cruzar caminos, de dejar nacer lo nuevo sin permitir que lo viejo deje de existir. ¿Por qué reemplazar lo que sí funciona? Quizás no sea necesario desechar lo que veníamos utilizando y dejarnos llevar por lo que es novedad, sino analizar las potencialidades de cada tipo de recurso en función de los propósitos de enseñanza y, por qué no, de la combinación entre el mundo analógico y el digital.
  • Hoy nos interpela la IAG y este debate debe darse: ¿viene para quedarse? ¿Desde hace cuánto la utilizamos sin saberlo? ¿Cómo convivir con ella en la tarea diaria de enseñar? Bueno, de alguna manera es una nueva herramienta como lo fue el correo electrónico, la enciclopedia Encarta o la famosa WWW, también cuestionadas en su momento. Su utilización es prácticamente inevitable, pero, en paralelo, debemos considerar que tanto nosotros como nuestros estudiantes debemos desarrollar un pensamiento crítico sobre ella, puesto que ninguna tecnología es neutral.
  • No debemos perder de vista los contenidos y el proceso de producción y apropiación de los saberes. Comprender que el uso de la IAG dinamiza procesos y productos de conocimiento, pero siempre tener presente que detrás de esta herramienta hay un trabajo minucioso acerca de un saber. La propuesta debe ir en esa dirección, en ofrendar la posibilidad de trabajar con los contenidos para luego, una vez internalizados, utilizar algunas de las herramientas que nos potencien la comunicación y su proyección.
  • El rol de los docentes continúa siendo fundamental para guiar y orientar, más aún en tiempos de cambios a un ritmo tan acelerado. Pero esta realidad nos obliga a hacer una pausa, o varias, y reflexionar, repensar nuestras prácticas. Un posible camino quizás sea el de recuperar nuestras experiencias como estudiantes para articularlas con las de quienes hoy están en ese lugar. Son ellos quienes nos arrojan nuevas posibilidades y herramientas para transitar el proceso de enseñanza. Y problematizar este auge tecnológico nos lleva a ver de qué manera esto repercute en nuestra tarea.

María Lucrecia Romero

Marina Cecilia Tulian

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