Pedagogía

El valor de la narrativa en la formación docente

Por María Ruiz Juri
Prof. y Lic. en Ciencias de la Educación
Mgter. en Procesos Educativos Mediados por Tecnologías
Doctoranda en Ciencias de la Educación (UNC)

Jueves, 4 de agosto de 2022

Introducción

En este artículo compartimos la experiencia de trabajo a partir de dos propuestas de enseñanza relacionadas con la narrativa en la formación docente universitaria: la entrevista y el ensayo. En el caso de la primera, se pone en juego el trabajo de interpretación de los estudiantes a partir de la palabra de otras personas, y en el caso de la segunda, se pone en juego la producción escrita.

En esta contribución esperamos poder dar cuenta del valor formativo de ambas alternativas metodológicas que son muy bien ponderadas por los estudiantes al permitirles, en ambos casos y de distintas maneras, integrar los conocimientos teóricos con los posicionamientos de otras personas y los propios. Esto sin dudas promueve una construcción genuina y duradera de los conocimientos (Pozo, 1998). Por su parte, Litwin (2008) hace un planteo interesante en ubicar a las narraciones como una forma de acercarse al conocimiento y una estrategia para plantear la enseñanza.

Lo que se narra en primera persona constituye un material inigualable para saber qué hacen, qué piensan y qué sienten los que habitan una institución educativa. Un saber con sus modos y lógicas, sin intermediarios, que implica emplear la primera persona.

Partimos de la premisa de que narrar una experiencia pedagógica puede dar cuenta del proceso individual, de un modo particular de organizar, conocer y aprender de esa experiencia. De concepciones y modelos de enseñanza, de la selección de fuentes de recursos, y de metodologías de evaluación. Este proceso de escritura sitúa al narrador en el centro de la escena, y su relato es la película que da cuenta de su experiencia.  Así, el pronombre en primera persona representa a la vez al narrador y al protagonista de la experiencia, situando al sujeto en el lugar de constructor de su propio texto.

Pero esta película que describe las experiencias de la manera más detallada posible, con un importante número de adjetivos calificativos, no siempre tiene un final feliz. No es un cuento, ni una idealización, no siempre es un relato perfecto, acabado e inspirador. Muchas veces interpela a los docentes desde sus temores, miedos, contradicciones y dilemas éticos. No obstante, esta información es igual de importante para reflexionar, de manera sistemática, las prácticas docentes.

Ambas experiencias se implementaron en la asignatura Didáctica de la Enseñanza de las Ciencias Jurídicas de un Profesorado en Ciencias Jurídicas y en la asignatura Teoría del Curriculum y la Problemática Curricular de una Licenciatura en Gestión de las Instituciones Educativas.

La experiencia de la entrevista

Una alternativa en la formación docente es proponer a los estudiantes que entrevisten a profesores que se encuentran ejerciendo en el sistema educativo para el nivel que forma el Profesorado o Licenciatura en cuestión. Estas historias acerca de lo que hacen y saben los docentes posibilitan profundizar y avanzar en la producción teórica sobre la enseñanza, así como revivificar su lenguaje y vigor.

Si partimos de la concepción de la docencia como una actividad colectiva, la palabra de los colegas es un importante punto de partida para repensarse como futuros docentes y licenciados.

Desarrollar la entrevista consiste en distintos momentos: planificación de las preguntas a realizar, la entrevista en sí misma y análisis de los relatos de los profesores. Al respecto los estudiantes señalaron: “Me resultó un grato desafío, porque fue un proceso, pasando por los momentos de la entrevista y todo lo que ello requiere, elaboración y selección de preguntas, la escucha, la observación de los gestos, todo para interpretar y vincular lo expresado con las concepciones de la enseñanza a nivel teórico y develar cuál de ellas reflejaba su discurso. Fue una experiencia que me sirvió para estudiar y comprender el tema en cuestión.”

Al finalizar el cursado, se les preguntó a los estudiantes cómo les había resultado la experiencia y los resultados son considerablemente positivos por haberse sentido protagonistas al momento de construir colaborativamente con sus compañeros las pautas de entrevistas, al implementarlas y luego analizar didácticamente el discurso del profesor a partir de las categorías teóricas que se vienen desarrollando en la asignatura. En palabras de los estudiantes: “Fue un desafío interesante. En el caso particular nuestro, resultaron evidentes las concepciones, sin perjuicio de que no se dan en formas puras.” Cuando se les consultó acerca de esta experiencia, los estudiantes señalaron que les resultó una experiencia muy buena, positiva y enriquecedora.

Cuando se les consultó respecto de la tarea que llevaron a cabo al concretar las entrevistas, sostuvieron que “en las respuestas se evidenciaba la teoría puesta en práctica. Sin saber, la docente estaba plasmando con sus respuestas el contenido teórico”. Muy positivo poder ver la teoría aplicada y en movimiento”. “Creo que dinamiza el aprendizaje”.

Finalmente, quisiéramos recuperar otros comentarios de los alumnos al concluir el año académico respecto de esta experiencia: “Muy buena, permite compartir experiencias y puntos de vista sobre el ejercicio de la docencia, los desafíos, tensiones que se presentan en el día a día.” (…) “Me resultó una experiencia muy enriquecedora porque, si bien conocía al docente había sido su alumna, ayudante alumna e integrante de un equipo de investigación, me permitió dimensionar que sus clases y propuesta de enseñanza se encontraban planificadas a partir de decisiones conscientes, que se reflejaban de modo coherente con la vivencia de aquellas.” (…) “Me resultó fructífero e interesante. Pude aprender y adquirir tips que no sabía o no hubiera tenido en cuenta. También me llamó mucho la atención su forma de dar clases y planificación.

En el caso de la formación de futuros responsables de la gestión educativa mencionaron algunas cuestiones muy interesantes: “Fue muy enriquecedora la propuesta ya que escuchar las voces de quienes están en la gestión educativa implica también ponerse en sus zapatos y entender que ellos son los responsables de timonear el barco…”. (…) “Muy interesante y fructífera ya que al escuchar al otro te permite una nueva manera de mirar” (…)

Tal como podemos observar, las respuestas coinciden en la riqueza y valor de la experiencia de escucha y análisis de las vivencias de docentes en ejercicio que transmiten desde sus concepciones y avatares cotidianos.

La experiencia del ensayo

El ensayo es un tipo de texto en prosa que explora, analiza, interpreta o evalúa un tema. Se considera un género literario comprendido dentro del género didáctico. Se trata de un texto que implica poner en juego las propias concepciones y perspectivas integrando argumentos con distintas características que posibilitan sostener y fundamentar una tesis inicial y llegar a reflexiones finales. Podríamos considerar que el ensayo es el juego de la teoría. Si concretamos un poco más, un ensayo es un texto en el que un autor del mismo expone y desarrolla sus ideas, tanto objetivas como subjetivas. Este tipo de relato posee una introducción, desarrollo y conclusión que contemplan un tema desde un enfoque particular. Este género literario es altamente requerido por los docentes universitarios a la hora de proponer un trabajo académico, por eso, es fundamental que los estudiantes sepan implementarlo adecuadamente. 

A través de la escritura del ensayo se buscó que los estudiantes logren integrar lo trabajado en toda la materia y que sirva de puntapié para el examen final. La consigna propuesta consistió en que los estudiantes redacten, individualmente, un ensayo a modo de integración y síntesis de todo lo trabajado en la asignatura y luego puedan compartir la tesis planteada y los argumentos en la instancia de coloquio final, donde también participaron el resto de los estudiantes de la asignatura.

Al proponer esta actividad, se constató que más de la mitad de los estudiantes nunca había elaborado un ensayo y es por ello que se les ofrecieron orientaciones formales para su realización y tutorías con la docente y compañeros con el fin de poner en común los avances en la producción y despejar dudas e inquietudes.

Previo a la instancia de examen final y para poder contar con una mirada global de las producciones, en un mural colaborativo (Figura 1) se compartieron los títulos de los ensayos y la tesis principal que se pretendía sostener y argumentar en cada uno de ellos.

Figura 1: Mural colaborativo sobre los títulos y tesis principales de los ensayos elaborados por los estudiantes.

Esto resultó sumamente interesante ya que todos los estudiantes lograron visualizar las propuestas de sus compañeros, encontrando algunos aspectos comunes y disidencias.

Al finalizar el cursado, les consultamos a los estudiantes cómo les había resultado la experiencia y en su mayoría coincidieron en que “Escribir es una experiencia enriquecedora”. A su vez señalaron que “fue una tarea muy productiva, dado que sintetizó el espacio curricular a través de una problemática y se pudo poner en palabras una experiencia por medio de un tema de la actualidad e integrar aportes de la teoría”.

Tal como señalamos, para muchos estudiantes fue la primera escritura de un ensayo y ello implicó incertidumbres y dificultades, así lo expresan: “Como toda experiencia nueva tuvo sus dificultades pero me dio pie para poder poner en palabras lo que quería dar a conocer”. (…) “Al no haber realizado este tipo de textos debí leer el material que la profesora sugirió en reiteradas veces para poder elaborarlo. En conclusión me pareció una muy buena actividad”.

Reflexiones finales

En este artículo compartimos sintéticamente dos propuestas didácticas que priorizan la narrativa como forma de enseñanza y de aprendizaje: la entrevista y el ensayo. ¿Qué tienen en común? Principalmente, el hecho de proponer el análisis de la teoría a partir de las voces de los colegas y también del propio posicionamiento.

En el caso de la propuesta de trabajo con la entrevista, implicó poner en contacto directo a los futuros profesores y licenciados con actores del sistema educativo. Ello resultó muy enriquecedor y motivador para los estudiantes que al iniciar una asignatura suelen encontrarse muchas veces solo con la teoría acerca de determinados temas. A su vez, el hecho de ser una instancia colaborativa posibilitó también afianzar los vínculos entre los estudiantes y predisponerse de una manera positiva desde el inicio de una asignatura.

El ensayo, por su parte, presentó potencialidades en el afianzamiento de la lectura y la escritura en la universidad, aspectos fundamentales para la alfabetización académica. Partimos de la premisa que los procesos de lectura y de escritura deben enseñarse en la universidad en el marco de cada asignatura (Carlino, 2005). El comentario de un estudiante ayuda a visualizar la importancia de la propia autoría en la formación de profesionales de la educación: “Esta es la actividad que más disfruté. Me gusta expresarme en este tipo de escritos y que se vea el análisis y elaboración del pensamiento propio”.

Consideramos que alternativas metodológicas como la entrevista y el ensayo son propuestas contribuyen significativamente con el perfil del egresado que pretendemos formar, y  con el desarrollo de competencias de oralidad, escritura, trabajo en equipo y pensamiento crítico. Esto último se relaciona estrictamente con la pretensión que tenemos los profesores de lograr enseñanzas que sean potentes y memorables, al decir de Mariana Maggio (2012), promover una enseñanza poderosa pensada en tiempo presente, que mire desde distintas perspectivas un mismo objeto de conocimiento y que permita pensar el objeto de estudio desde una determinada disciplina.

Metodológicamente, ambas estrategias son complementarias y enfatizan lo que hace al trabajo en equipo y también al trabajo individual. Recuperando aportes de las teorías constructivistas del aprendizaje (Carretero, 2009), entendemos que éste requiere necesariamente instancias intersubjetivas (sociales, grupales), como fue el caso de la entrevista e instancias intrasubjetivas (individuales), como fue el caso del ensayo.

Como sucede en toda alternativa metodológica que proponemos, sin dudas resulta clave el acompañamiento y la guía metodológica para que los estudiantes puedan enfocarse en lo solicitado y trabajar con confianza. Sin dudas, la forma de enseñar es contenido en sí misma (Davini, 2009) y aprender estas metodologías es a su vez un valioso contenido para futuros docentes universitarios y licenciados en gestión de las instituciones educativas.

Referencias bibliográficas
  • Carlino, P. (2005). Escribir, leer y aprender en la Universidad. Una introducción a la alfabetización académica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
  • Carretero, M. (2013). Constructivismo y Educación. Buenos Aires: Paidós.
  • Davini, M. (2009). Métodos de Enseñanza. Didáctica General para Maestros y Profesores. Buenos Aires: Santillana.
  • Litwin, E. (2008). El oficio de enseñar. Condiciones y Contextos. Buenos Aires: Paidós.
  • Maggio, M. (2012). Enriquecer la Enseñanza. Los ambientes con alta disposición tecnológica como oportunidad. Buenos Aires: Paidós.
  • Pozo, J. I. (1998). Aprendices y Maestros. La nueva cultura del aprendizaje. Madrid: Alianza Editorial.

Maria Ruiz Juri

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