Autora: Lic. Anggely Enríquez Cabrera
Dirección de Investigación de la Facultad de Arquitectura -DIFA-
Unidad de Investigación y Graduación, Escuela de Diseño Gráfico
Universidad de San Carlos de Guatemala
Fuente: Julia M. Cameron. (Pexels, 2020).
Uno de los problemas contemporáneos, entre otros, que enfrenta el ámbito de la academia hoy en día es la poca motivación de los estudiantes en su formación educativa. En la era de la vanguardia tecnológica, el libre y fácil acceso a la información, y el descubrimiento de nuevas pedagogías orientadas al individuo, la sociedad académica carece de implementaciones efectivas que garanticen, no sólo el desarrollo transversal de los contenidos de una asignatura, sino el desarrollo longitudinal de experiencias memorables dentro del aula; más allá del simple uso de dispositivos, recursos virtuales, herramientas digitales o aplicaciones tecnológicas.
Partiendo del perfil mayoritario de los estudiantes en la educación superior hoy en día, es imperativo mencionar las características particulares de la generación milénica, quienes comprenden un rango de edad lo suficientemente amplio (de 18 a 35 años), para abarcar diferentes subgrupos dentro de su misma naturaleza: una parte comprendida por los inmigrantes digitales (quienes atestiguaron muchos de los avances tecnológicos más significativos, como el nacimiento del Internet) y los nativos digitales (Ilifebelt, 2016).
El perfil del estudiante contemporáneo dista mucho de las estrategias académicas basadas en los modelos tradicionales de enseñanza, ya que este tipo de estudiantes desea obtener la información de manera inmediata, tiene preferencia por las multitareas y/o procesos paralelos, alta preferencia por los gráficos inmediatos que por los textos extensos, búsqueda de reportes de progreso y recompensas inmediatas. Según datos de una evaluación realizada en 2018 a una muestra de 283 estudiantes de 18 a 30 años con estas características, pertenecientes en su mayoría a la Escuela de Diseño Gráfico de la Universidad de San Carlos de Guatemala, para evaluar el uso preferente de la tecnología en la academia: el 83% asegura que hace uso constante e inmediato de su smartphone (teléfono móvil inteligente) con fines de comunicación, interacción, experiencia y conectividad; términos que van más allá del propio significado del concepto de “Tecnología” (Waljee, 2018).
Sin embargo, según la visión contemporánea de la educación, la formación académica basada en la inclusión o adecuación de metodologías que permiten el uso de dispositivos digitales y aplicaciones tecnológicas no representa una solución completa a los requerimientos generacionales, más que un aula interactiva; es importante tomar en cuenta que el uso de herramientas tecnológicas no es la solución universal, por lo que es inminente adecuar metodologías con enfoques pedagógicos que fomentan principalmente el rol del docente como facilitador, la segmentación modular de contenidos curriculares según el desarrollo de capacidades profesionales o el cumplimiento de objetivos académicos, el desarrollo de materiales adecuados a los diferentes tipos de aprendizaje (Othman, 2010) y por último, el uso de la tecnología como una herramienta más que facilita los procesos de enseñanza y aprendizaje en relación a la comunicación, interacción, experiencia y conectividad.
¿Cómo generar metodologías académicas efectivas para el desarrollo de una asignatura virtual o presencial tecnológicamente amigable?
Con base en el conocimiento de las nuevas generaciones de estudiantes y los requerimientos del entorno académico actual (con o sin pandemia), es inminente reevaluar las dinámicas de enseñanza y de aprendizaje y adecuarlas al ámbito contemporáneo. Algunos de los objetivos que pueden ser tomados en cuenta al momento de planificar un curso efectivo son:
1. Adaptar los modelos tradicionales de enseñanza a la nuevas generaciones:
Evaluar y conocer a quiénes representan al grupo estudiantil para quienes se desarrolla el curso; identificar las tendencias y recursos sociales, estéticos y tecnológicos a los que se ven inmersos de manera cotidiana.
2. Actualizar las dinámicas del desarrollo de clases virtuales y presenciales:
La actualización de las dinámicas sincrónicas, asincrónicas, virtuales y presenciales solo puede ser posible gracias al conocimiento del grupo objetivo a quienes se dirigen. De esta forma, es más sencillo identificar las tendencias y recursos académicos efectivos para la información y la comunicación.
3. Potenciar el alcance de los contenidos curriculares a través de materiales de valor:
El desarrollo de los contenidos curriculares a través de materiales de valor, significa conocer qué tipo de materiales se adecúan a las necesidades de los grupos estudiantiles que se atienden en una asignatura determinada; desarrollar materiales de valor según las características de los diferentes tipos de aprendizaje de los estudiantes.
4. Promover las nuevas pedagogías en función del uso de tecnologías amigables:
El término “amigable” representa un diferenciador importante para el uso de las tecnologías en los procesos pedagógicos. No se trata del uso deliberado de recursos virtuales y herramientas digitales.
Algunas ideas para reflexionar
La metodología más allá de los recursos virtuales: Una metodología académica efectiva busca promover las nuevas tendencias pedagógicas en función del uso amigable de la tecnología según contextos específicos. Más allá́ del uso de recursos virtuales, plataformas y aplicaciones digitales, una metodología efectiva fomenta el saberlos utilizar según los requerimientos específicos y las necesidades de la asignatura, el facilitador y los estudiantes.
Además, el abuso contraproducente de la tecnología: Es importante considerar que una metodología académica efectiva propone el uso de la tecnología, pero no fomenta el uso deliberado (o abuso) de estos recursos, ya que más allá́ de favorecer los procesos de enseñanza y de aprendizaje, esto puede ser contraproducente en relación al desgaste académico de cualquiera de las partes involucradas: docentes y estudiantes.
Finalmente, un enfoque pedagógico, tecnológicamente amigable… en la sociedad en tiempos de COVID-19: La coyuntura actual en el sector educativo se convierte en el escenario idóneo para replantearse los modelos educativos tradicionales y aplicar nuevas metodologías en favor de los procesos de enseñanza y de aprendizaje sostenibles; según los contextos culturales, las dinámicas sociales, y lo más importante para sociedades latinoamericanas: la existencia y accesibilidad a los recursos pedagógicos.
Conclusiones
El uso de tecnologías amigables por sí solo no garantiza el cumplimiento de los objetivos académicos, ya que únicamente se centra en la interacción y dinámica experiencial del estudiante en un único momento; por lo que es necesario reconocer el uso de la tecnología como una herramienta de apoyo a la enseñanza con base en una metodología pedagógica.
La actualización de las dinámicas de clases presenciales y virtuales está estrictamente ligada a la perfilación del grupo objetivo (los estudiantes), sus requerimientos comunes, su contexto social y académico, por lo que éstas no deben limitarse únicamente al criterio de utilización de plataformas digitales vanguardistas y de última generación, que muchas veces responden a tendencias y estándares internacionales ajenos al desarrollo de los procesos de enseñanza y de aprendizaje de un país y su contexto específico.
Referencias bibliográficas
- Ilifebelt. (13 de Septiembre de 2016). Millennials: Qué son y qué tipos de usuarios hay. Recuperado el 20 de Enero de 2019, de https://ilifebelt.com/millennials-definicion-tipos-usuarios/2016/09/
- Othman, N., & Amiruddin, M. H. (2010). Different perspectives of learning styles from VARK model. Procedia-Social and Behavioral Sciences, 7, 652-660.
- Pexels. Fotos de stock gratis. The World’s First Inclusive Free Stock Photo & Video Library. Disponible en: https://www.pexels.com/es-es/ (Recuperado el 24/6/2020).
- Waljee, J. F. (17 de April de 2018). Mentoring millennials. Journal of the American Medical Association.
En relación al articulo no acuerdo para nada con el inicio del planteo..”.Uno de los problemas contemporáneos, entre otros, que enfrenta el ámbito de la academia hoy en día es la poca motivación de los estudiantes en su formación educativa”….y no acuerdo en términos plantear esto como causa de un “problema contemporáneo” sino efecto. ¿De que?… del tipo de calidad de la gestión docente, de la falta de preparación o reflexión sobre la propia practica docente en relación a las cuestiones didáctico- pedagógica. Por supuesto que el nuevo perfil de los estudiantes exige dar respuesta a un mundo cambiante…dinámico, donde el manejo de las “competencias profesionales” deben ser planteadas como estrategias operativas, donde los alumnos responden de manera categórica. En casi 40 años de practica docente (y profesional) tuve estudiantes con “poca motivación por la educación” ya que fue… y es mi tarea permanente cambiar y dar respuesta al interés de los educandos. Y para profundizar en la reflexión en busca del “interés de los estudiantes” es dar respuestas a próximos escenarios laborales cambiantes donde el 96% de los trabajos tienen el riesgo de desaparecer. Y que formacion deberán enseñarse en las universidades adaptando los planes de estudios mas allá de las carreras unidimensionales hacia nuevas perspectivas interdisciplinarias. Las que deberán incluir habilidades en razonamientos críticos, capacidades tecnológicas, resolución de problemas y capacidades para el trato interpersonal, ya que con seguridad de que casi todos las profesiones tendrán una parte de actividades que se automatizaran. Si los docentes damos respuesta a estas cuestiones de manera permanente a estas cuestiones, es posible palear la dificultad de “la poca motivación de los estudiantes en su formación educativa”
Muchas gracias por su participación y aporte. Este es un espacio abierto para que los profesores cuenten sus experiencias, brinden sus miradas y compartan sus prácticas docentes.